jueves, 18 de diciembre de 2014

Para todos, los soñadores.


Siempre me he preguntado si llamar sueño a los sueños, en el sentido de deseos, es poético o ridículo.

Es poético. Porque son oníricos, raros, fascinantes. Te despiertan, en general.

Es ridículo. Porque son oníricos, raros, fascinantes. Tienes que despertar para realizarlos.

Quizá ese sea el nexo, quizá me gustaría que lo fuera. Todos esos llamados sueños que una vez tenemos y queremos realizar, e incesantes voces nos dicen "despierta y muévete para conseguirlo". A veces lo haces y a veces la cotidianidad y calidez de tu cama se te antoja un sueño más fácil, más confortable. 

Puta zona de confort. Putas ganas de seguir el show. ¿Es lo que yo quiero o es lo que la sociedad quiere que quiera? ¿Es lo que quiero hacer o lo que tengo que hacer? Quizá estamos hechos sólo para dormir en nuestras camas y dejar que los sueños, sueños sean. Quizá sea más fácil. Comer, dormir, reproducirse. Quizá la sociedad haya creado a los vagos y a los trabajadores. Quizá los que consiguen cosas sólo tengan suerte o enchufe. Quizá no todos tengamos madera. Quizá seamos débiles. Quizá la sociedad haya etiquetado y clasificado a la humanidad en estanterías, nos haya presionado dolorosamente un sello contra la frente y nos fuerce una y otra vez a continuar de un sitio a otro para sentir que avanzamos. Quizá nos empuje y nos caigamos.

No, está claro que nos caemos. Una y otra vez.

Es frustrante, si me preguntas. Pero tiene esa inetabilidad intrínseca que tiene todo lo que conlleva seguir viviendo, seguir adelante. ¿Dónde es adelante, qué es avanzar? ¿Conseguir tus sueños? Seguramente sean chorradas. Seguramente la felicidad sea una chorrada también. Y es ahí cuando te das cuenta que la felicidad, al igual que todo aquello que es bueno y dulce como el amor, sólo son amortiguadores. Camas elásticas que no siempre llegan a propulsarte con suavidad o hacia donde se supone que tienes que llegar, pero que te impulsan al fin y al cabo.

No es momento de hablar del amor, ni del cariño. Hablamos de los sueños. 

Y de que significan que estamos dormidos.

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